El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia da una enorme importancia al sector del transporte y la movilidad. De hecho, el importante presupuesto destinado a la actividad será gestionado por el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana a través del Plan de Movilidad sostenible, segura y conectada. Un modelo que para sorpresa de los principales actores del transporte de mercancías por carretera prioriza el apoyo al ferrocarril, siendo previsible que vaya acompañado de un plan de incentivos para el traspaso de servicios de un modelo a otro.
Más allá de sensaciones y creencias, parece poco fortuito que Renfe Mercancías haya salido justo ahora a asegurar que su falta de productividad y competitividad se debe a la antigüedad del material rodante del que dispone, tanto locomotoras como trenes. Una situación que desde el operador público quieren atajar con un plan de inversiones en material rodante para ganar competitividad a pesar de sus dificultades económicas. Un plan de inversiones que bien puede nacer del citado Plan de Recuperación ante la menor productividad del operador respecto a sus competidores.
Este último punto ha sido avalado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). De hecho, este organismo ha certificado que Renfe Mercancías sufre una diferencia en términos de aprovechamiento de activos y de producción en comparación con el resto de operadores alternativos debido a la antigüedad de las locomotoras, según ha explicado el propio Joaquín del Moral como director gerente de la filial de mercancías de Renfe. Los ratios de disponibilidad y fiabilidad de la flota de locomotoras y trenes mejorarán con la sustitución del material antiguo, aumentando así la productividad.
Un Plan que se gesta a pesar de las dificultades económicas y las pérdidas acumuladas en los últimos años por Renfe Mercancías, ya que de lo contrario se pone en riesgo la viabilidad económica del operador en un contexto todavía más desfavorable por la pandemia de COVID-19. Por ese motivo, la adquisición de material nuevo y la adaptación del existente a las nuevas infraestructuras se antoja clave, al igual que la venta del material obsoleto al que no se le está dando el uso adecuado por su baja disponibilidad y fiabilidad.