El sector del transporte de mercancías por carretera se enfrenta a grandes desafíos, tanto a corto plazo por la pandemia de COVID-19 y la crisis económica asociada a la misma como a largo plazo por la propia evolución de la actividad. Y es que el transporte se dirige hacia un nuevo escenario en el que la movilidad sostenible se antoja como piedra angular del sector, algo que pasa a su vez por la electrificación de los vehículos y la digitalización de los servicios de transporte.

Esta evolución ya tiene sus primeros reflejos a corto plazo a partir de las nuevas soluciones de transporte multimodal, modelos integrados y digitales que ofrecen una mayor automatización de los procesos de todos los actores de la cadena de suministro, así como una mejor respuesta a las necesidades de los clientes. Un escenario en pleno desarrollo que el Gobierno quiere potenciar, hasta el punto de destinar el 18% de los fondos europeos recibidos, porcentaje que supone una cifra superior a los 13.200 millones de euros.

Esta partida está destinada a impulsar la movilidad eléctrica, conectada y segura con el gran objetivo de potenciar la automatización y la analítica de datos en el sector. Con las opciones que ofrece el 5G y la tecnología V2X se conseguirán que los vehículos estén conectados con los sistemas de control de la empresa y para la consulta del propio cliente. Este modelo permitirá servicios de transporte un 30% más rápidos y un 25% más eficientes gracias a las soluciones multimodales, integradas y digitales, tanto para el transporte de personas como de mercancías.

Otras áreas en evolución son las tecnologías de conducción conectada y automatizada. No se queda atrás el desarrollo de vehículos de transporte eléctricos o con pila de combustible de hidrógeno, si bien la evolución depende de las tecnologías que puedan desarrollar los grandes fabricantes de camiones y otros vehículos de transporte. Al final, aún existe un factor limitante como la producción de baterías eléctricas que cumplan con las altas exigencias de la actividad, así como el desarrollo de una infraestructura acorde. Pese a todo, el hidrógeno verde debe impulsar el objetivo de un sistema eléctrico 100% renovable para 2050.