La falta de conductores profesionales de camión es uno de los problemas históricos del sector del transporte de mercancías por carretera. Y aunque pueda parecer lo contrario, no se trata de un problema de futuro, sino de presente. De hecho, durante el ejercicio 2020 el precio de los servicios de transporte en Estados Unidos se ha elevado por los problemas de sincronía en la cadena de suministro, pero también por la falta de chóferes acentuada por los efectos de la pandemia de COVID-19 que asola todo el planeta.
El transporte de mercancías por carretera en Estados Unido se ha visto sujeto a una situación inédita. Los efectos de la pandemia de COVID-19 han destapado las costuras de un sistema en el que las esperas de los transportistas en las instalaciones portuarias para cargar contendores se han disparado, todo dentro de un escenario en el que incluso se ha hecho patente la falta de equipos y la ya citada ausencia del volumen suficiente de conductores profesionales. En consecuencia, el transporte y la logística norteamericana se ha resentido.
La pandemia ha provocado problemas logísticos más allá de la congestión de los puertos por el aumento del gasto de los consumidores y la cada vez más mermada nómina de conductores disponibles. La cadena de suministro se enfrenta a un enorme desafío para encontrar no sólo suficientes chóferes, sino también personal para las actividades anexas al transporte. Pese a todo, la congestión de los puertos y la escasez de conductores calificados son las dos grandes causas del aumento de los precios del transporte por carretera en Estados Unidos.
Por un lado, las empresas se ven obligadas a aumentar el salario de los chóferes que tienen que sufrir largas espera a los puertos, mientras que la disponibilidad de conductores es cada vez más reducida. Este segundo punto deja muy poco margen de maniobra y obliga a las empresas de logística y de transporte a ‘asumir’ los precios de los conductores ante la creciente demanda y la cada vez más reducida oferta de chóferes. Una situación que no tiene visos de mejorar y que hará todavía más complicada la situación del transporte de mercancías por carretera en Estados Unidos.