La compañía lituana de transporte Girteka Logistics se ha convertido en todo un ejemplo de las prácticas que intenta evitar el Paquete de Movilidad. De hecho, la empresa ha sido denunciada hasta en 20 ocasiones por cabotaje ilegal en Noruega en el periodo comprendido entre enero de 2020 y marzo de 2021, tal y como señala la asociación de transportistas NLF. La propia empresa no esconde que estas infracciones han sido denunciadas, aunque asegura que todas las supuestas infracciones están sujetas a interpretaciones poco claras de la regulación vigente.
Sin embargo, lejos de esta versión ‘de cara al público’, está comprobado que Girteka Logistics y sus filiales lituanas han estado explotando las zonas grises del reglamento noruego para llevar a cabo prácticas ilegales de cabotaje, disfrazando estas como ‘giras nacionales’ cuando en el fondo eran prácticas de transporte internacional. De esta forma, Girteka ha tenido una flota de vehículos y conductores de Europa del Este de manera permanente en Noruega, aunque eso no se ha traducido en que los conductores hayan recibido el salario mínimo noruego y sus condiciones de trabajo se hayan ajustado a la normativa local.
De hecho, un reciente reportaje de investigación de un medio noruego ha desvelado una serie de documentos e informaciones relacionados con informes policiales que hacen referencia a las prácticas de cabotaje ilegal de Girketa. En los mismos se explica que la compañía utiliza las áreas de descanso públicas de apertura 24 horas en Noruega, Suecia y Finlandia como terminales de intercambio de vehículos y conductores. Esto provoca que para las autoridades de control sea prácticamente imposible saber con certeza qué vehículos han sido utilizados en los servicios y sobre todo si el conductor tiene derecho al pago del salario mínimo noruego.
Este tipo de actuaciones vienen acompañadas habitualmente de hojas de ruta escritas a mano, lo que facilita estas prácticas frente a un modelo de albaranes electrónicos obligatorios. Una circunstancia que también ha sido reflejada en los informes de la unidad de delitos de la Administración de Carreteras Públicas de Noruega, ya que los inspectores tienen muy difícil revelar una trampa con la carta de porte si hay cambios en los datos del número de matrícula del camión o el tiempo de entrega de la carga internacional. Así, con la creación de hojas de ruta a medida que certifican la entrega de una mercancía al destinatario tras el pase por la frontera se consigue tener acceso al mercado de cabotaje y realizar tres servicios nacionales, aún sin cumplir la normativa vigente.