La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha advertido de los posibles efectos negativos que puede provocar en el sector transporte la entrada en vigor de peajes por uso en las autovías para los vehículos pesados, con el fin sufragar los gastos de mantenimiento de las mismas. En este aspecto, la patronal de transporte advierte que la imposición de estos peajes provocaría un aumento de los costes de las empresas de transporte y, por ende, perjudicaría las exportaciones españolas al reducir su competitividad.
El transporte de mercancías por carretera se enfrenta a grandes problemas, algunos derivados de la pandemia de COVID-19. Entre los ya existentes, emerge en el horizonte uno nuevo, el debate sobre la idoneidad de implementar peajes por uso en las autovías que han caído en manos del Estado. El objetivo es conseguir ingresos extra para el mantenimiento de todas las carreteras e infraestructuras existentes, así como la construcción de nuevas infraestructuras viarias. Una opción que ha sido vista con buenos ojos desde distintos sectores, pero que puede ser un mazazo para el transporte.
Y es que la introducción de peajes en la red de vías de alta capacidad del país sería un nuevo revés para el sector del transporte de mercancías por carretera de España. Al final, empresas y profesionales autónomos del sector hacen un uso intensivo de estas vías, lo que supondría un incremento importante en sus costes si se llega a utilizar este modelo de pago por uso. Este hecho afectaría de manera clara a los servicios de transporte y de exportación españoles y, por ende, a su competitividad en relación a la oferta nacida en otros países.
El transporte se ha posicionado radicalmente en contra de esta posibilidad, algo que se ha encargado de remarcar CETM: «El transporte por carretera ya contribuye a las arcas del Estado con más de 11.000 millones de euros anuales procedentes del pago del impuesto especial de hidrocarburos. La implantación de nuevos peajes tendría efectos negativos inmediatos en la competitividad de toda la economía española, encareciendo el precio de nuestros productos, dificultando su exportación como consecuencia de nuestra situación periférica y lastrando la producción y el consumo».