Pasan las semanas y los meses y la situación en la autovía AP-7 sigue exactamente igual. Los desvíos obligatorios impuestos por la Dirección General de Tráfico (DGT) y por el Transit para que los camiones no utilicen las nacionales N-340 y N-240 en septiembre de 2018 están provocando que más de 7.000 camiones circulen al día por la AP-7, sin que las instalaciones de esta carretera puedan asumir tal volumen de vehículos de transporte. Una circunstancia que deriva en una situación de indefensión para los transportistas y de grave inseguridad vial.
Con tres áreas de servicio en más de 200 kilómetros de recorrido y apenas 90 plazas de aparcamiento para camiones, está claro que la autovía AP-7 no cumple con los requisitos de instalaciones mínimos para que 7.000 camiones al día circulen por ella. Una circunstancia que provoca caos y un eterno colapso de las estaciones de servicio, complicando que los chóferes puedan repostar, avituallarse y, lo que es más preocupante, hacer los descansos obligatorios que estipula la normativa sobre tiempos de conducción y descanso en el transporte profesional.
Fruto de esta escasez de plazas de aparcamientos para camiones, los transportistas no pueden hacer otra cosa que detener sus camiones en los viales de acceso y salida de estas áreas de descanso y en zonas que no están habilitadas para su estacionamiento. Una situación que supone un grave riesgo tanto para los transportistas profesionales como para el resto de los usuarios de estas áreas de servicio y de la autopista. Sin embargo, este hecho parece tener muy poca relevancia para la DGT y para Tránsit a tenor de las negativas de dar con una solución.
De hecho, FENADISMER ha solicitado en reiteradas ocasiones a la DGT y a Tránsit que permitan a los transportistas abandonar la AP-7 para acudir a otras áreas de servicio y establecimientos de hostelería ubicados en la N-340 y N-240 y volver a la AP-7 por la entrada más próxima en el sentido de la marcha. Sin embargo, los responsables de esta medida obligan a que los transportistas deshagan los kilómetros recorridos para entrar por la misma salida de la AP-7, lo que no tiene sentido a nivel económico ni de eficiencia.