Marruecos ha vendido a la Unión Europea un total de 1443,82 millones de kilos de frutas y hortalizas durante 2020, cantidad que supone un incremento de casi el 17% con respecto a los datos registrados en 2019 y del 33,5% en relación a hace cinco años. Datos que no hacen más que reflejar la importancia del mercado marroquí para los Estados miembro, así como el notable papel del sector del transporte de mercancías por carretera para hacer llegar estos productos a todos los rincones de Europa.
Y es que el papel de los transportistas y compañías de transporte es fundamental a la hora de asegurar la distribución de estas frutas y hortalizas con origen marroquí. Mercancía por valor de 1.993,02 millones de euros -22,85% más que en el ejercicio 2019- que coloca a Marruecos como uno de los principales proveedores de alimentos de la Unión Europea, incluso si eso supone que agricultores de países como España están teniendo mayores problemas para dar salida a sus productos en un año marcado por la pandemia de COVID-19.
En este aspecto, cabe poner de relieve que el principal producto exportado por Marruecos con destino a la Unión Europea ha sido el tomate. En total, a lo largo de 2020 el país del norte de África vendió 434,87 kilos de tomates por un valor de 529,85 millones de euros a países de la Unión Europea. El precio medio del kilo de tomate vendido a los Estados miembro ha sido de 1,218 euros por kilo. Por su parte, el segundo producto por relevancia en las exportaciones ha sido la sandía con 214,17 millones de kilos vendidos.
Otros de los productos ‘estrella’ que están sujetos a continuas exportaciones y que cruzan el territorio español en camión son el pimiento, la naranja y la clementina, algo que puede llamar la atención por la enorme producción de este tipo de productos que hay en España. Sea como fuere, Marruecos ha exportado 120,49 millones de kilos de pimiento por un valor de 117,5 millones de euros, así como 74,86 millones de kilos de naranjas y 58,88 millones de kilos de clementinas, en muchos casos a precios inasumibles para los agricultores del sur de Europa.