La burocracia derivada del Brexit y los retrasos en los controles fronterizos están provocando que los servicios de transporte de mercancías por carretera con destino Reino Unido sean cada vez menos atractivos para las empresas y chóferes profesionales europeos. De hecho, la plataforma europea Transporeon pone de manifiesto otro problema asociado a esta situación, la escasez de conductores dispuestos a asumir retrasos de casi 12 horas para cruzar la frontera, ya sea en servicios hacia Reino Unido o en el retorno de los mismos.
En este aspecto, la sensación es que los conductores y empresas de transporte temen no sólo estos retrasos, sino no cumplir con la nueva burocracia exigida por el Reino Unido y la Unión Europea para realizar servicios transfronterizos. Una situación que al final lo que provoca es que los actores implicados en la cadena de suministro no tengan garantías y que los chóferes opten por negociar de otra forma sus contratos profesionales. Sin opción de recibir un salario en función de los kilómetros recorridos y no del tiempo empleado, cada vez son mas los conductores que desestiman viajar a Reino Unido.
En este sentido, Transporeon considera que se podría dar una interrupción de la cadena de suministro inicial si los transportistas encuentran estas rutas poco atractivas desde el punto de vista financiero. Con todo, el sector del transporte de mercancías por carretera está impulsado de manera evidente por la ley de la oferta y la demanda. En algún momento, si existe una falta de conductores grave, las tarifas aumentarán o se cambiará el modelo de contratación para hacer que estos servicios vuelvan a ser atractivos.
En resumidas cuentas, el Brexit no ha cambiado las condiciones del transporte entre Reino Unido y la Unión Europea, pero sí promete afectar al precio de estos servicios. Mientras tanto, las rutas con destino a Reino Unido siguen presentando registros lejanos al tráfico habitual que se daba en estos servicios antes del Brexit, por mucho que las tasas de rechazo estén siguiendo una tendencia a la baja. Sin embargo, la realidad del transporte con Reino Unido es que el tráfico de mercancías entre Francia y Gran Bretaña ha empezado a seguir esta dinámica de aumento de precios, con incrementos cercanos al 50% en algunos servicios.