Ocho enfermedades con alta incidencia entre los transportistas profesionales

Por el tipo de actividad, la labor realizada, la duración de la misma y sus rutinas, el trabajo de transportista profesional choca de forma frontal con la tenencia de unos hábitos saludables. Los horarios de alimentación flexibles, el elevado número de horas que pasan sentados al volante del camión o las malas condiciones de aseo y descanso hacen que los transportistas sean candidatos a desarrollar distintas enfermedades que incluso pueden poner en riesgo la realización de su actividad o su propia vida.

Entre las enfermedades que afectan en alto grado a los transportistas profesionales está la diabetes, por el tipo de alimentación que siguen y el tipo de actividad que llevan. Por idéntica razón, el aumento del nivel del colesterol en sangre es otra enfermedad que suele ser común entre los chóferes debido al tipo de productos que consumen de forma habitual y la falta de una actividad física regular y continuada. La diabetes y el colesterol alto pueden estar ligados o derivar en obesidad e hipertensión, siendo frecuente cuadros clínicos con varias de estas enfermedades.

Dejando a un lado la alimentación y la falta de ejercicio, el propio desarrollo de la actividad de transportista profesional también implica una serie de posturas y esfuerzos que afectan a la salud del chófer. El alto número de horas sentado en la misma postura o la realización de las tareas de carga y descarga, algo que debería estar prohibido, son causa común de lumbalgias. La falta de apoyo para el cuello o de posiciones no ergonómicas al volante del camión son causa no sólo de dolores lumbares, sino también de lesiones de esfuerzo repetitivo (RSI).

Las dos últimas enfermedades con alta incidencia entre los conductores profesionales son el estrés y la apnea del sueño. El primero deriva de las condiciones de trabajo, de la elevada exigencia dentro del sector y de las propias preocupaciones y nervios que pueda tener el conductor por cuestiones laborales y/o de su vida personal, así como la falta de tiempo en el hogar familiar. Por su parte, la apnea obstructiva del sueño (AOS) también es un mal común entre los chóferes que puede llegar a alterar su actividad laboral.

Fernando Sancho

Redactor especializado en movilidad, transporte de mercancías por carretera y las actividades anexas al sector.

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