El ejercicio 2021 promete ser clave para el sector del transporte de mercancías por carretera. Más allá de las secuelas de la crisis económica provocada por la pandemia de COVID-19 en los últimos meses, el transporte se enfrenta a la paulatina finalización de los peajes en varías autovías españolas por el final de la concesión de las mismas. Una circunstancia que debería ser positiva, pero que puede darse la vuelta y golpear al sector si la finalización de estas concesiones se traduce en el establecimiento de un modelo de pago por uso de las autovías.

El debate para establecer el pago por uso de las autovías ha crecido en los últimos meses. Una circunstancia que promete avivarse durante 2021, ya que en septiembre de este año acaban las concesiones de tres tamos de autopistas estatales que suman un total de 378 kilómetros. Son la AP-2, autovía de Zaragoza-Mediterráneo entre Alfajarín y El Vendrell y dos tramos más de la AP-7 entre Tarragona y La Jonquera y Montmeló y El Papiol. Cabe recordar, que hace un año quedó liberalizada la AP-4 entre Sevilla y Cádiz y la AP-7 entre Tarragona y Alicante.

Ante esta situación y los costes de mantenimiento de estas vías, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha abierto en más de una ocasión la puerta a la creación de un modelo similar a la Euroviñeta con el fin de poder sufragar la conservación de la red viaria cuyas concesiones venzan en los próximos meses o que ya son de uso gratuito desde 2020. Una viñeta que podría recaer directamente sobre los vehículos pesados de transporte, así como a los vehículos de paso o más contaminantes.

Desde las asociaciones de transporte se ha criticado esta medida, pese a que hay distintos sectores económicos que ven con buenos ojos esta filosofía de gestión. Desde Seopan incluso se ha propuesto poner un peaje de nueve céntimos para los vehículos particulares y de 19 céntimos para vehículos pesados en distintas vías. Mientras tanto, CETM recuerda que el pago por uso aplicado al transporte hará que el sector sea menos competitivo a nivel europeo y que los profesionales autónomos y empresas vuelvan a pagar de más, pese a contribuir en mayor medida que otros sectores con sus impuestos.