El sector del transporte de mercancías por carretera ha sufrido en sus carnes las consecuencias de la crisis económica asociada a la pandemia de COVID-19 tanto o más que otras actividades. Con todo, el transporte europeo terminará 2022 con una caída de la actividad moderada, lejos de las peores previsiones existentes. Con todo, la caída en el volumen de negocio en el sector ha sido devastadora, ya que ha afectado tanto al volumen de toneladas transportadas, como al precio de los servicios y los retornos en vacío tras los mismos.
En este escenario, el mercado europeo de transporte de mercancías por carretera terminará el ejercicio de 2020 con una caída del volumen de negocio en torno al 6,8% respecto a 2019. Una cifra que está sustentada en el último informe elaborado por ‘Transport Intelligence’ y que se basa en la previsión de un volumen de negocio al final de 2020 de un total de 322.808 millones de euros. Una cifra que incluso tiene en cuenta una pérdida de actividad del 8% en las grandes rutas de carácter internacional en toda Europa.
El volumen final de negocio de 322.808 millones de euros que se estima para el ejercicio 2020 se vuelve a construir en las cinco grandes potencias europeas, ya que el 60,1% de esta cifra se corresponde a la actividad desarrollada en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y España. En este aspecto, dentro del volumen de negocio de 226.387 millones de euros que se estima para todos los mercados nacionales, Italia y España son las dos grandes potencias que sufrirán una caída más destacada en su volumen de negocio respecto a 2019.
Por su parte, el transporte internacional en Europa acabará el ejercicio con un volumen final de 96.421 millones de euros y un retroceso que estará más cercano al 8%. Y es en este tipo de transporte donde se hace más evidente la caída en el volumen de mercancías transportadas, sobre todo durante las fases más críticas de la pandemia de COVID-19 por las restricciones al tráfico, de apertura de comercios y confinatorias. Una circunstancia que ha producido que los precios de los servicios hayan tenido una tendencia a la baja, solo mitigada por la caída del precio del combustible.