Las relaciones institucionales entre España y Marruecos no pasan por su mejor momento. Una situación en la que el transporte de mercancías por carretera tiene mucho que ver y también se ve afectado, ya que la decisión de limitar la importación de combustible en los depósitos de los camiones tomada por España parece que ha llevado a Marruecos a endurecer las medidas que deben cumplir las empresas españolas de transporte de mercancías para poder operar en el país y realizar tareas de cabotaje.

La reciente reactivación por parte de España de la normativa que regula y limita a un máximo de 200 litros la importación de combustible a territorio de la Unión Europea en los depósitos de los vehículos pesados no ha tardado en tener respuesta desde el Gobierno marroquí. Así, la imposición de este reglamento que fija multas de entre 500 y 700 euros para todos los vehículos de transporte pesado que excedan el combustible importado ha sido ‘contraprogramada’ con una limitación a la entrada de semis por el puerto de Tánger Med.

En esta línea, Marruecos exige desde este 27 de octubre a todas las empresas de transporte de origen español que quieran operan en el país a que tengan firmado un acuerdo de cooperación con algún transportista marroquí a la hora de llevar a cabo operaciones relaciones con semis sin conductor que trabajen al enganche. Por este motivo, será la Autoridad Portuaria de Tánger Med la encargada de verificar las tarjetas de registro, así como las copias de los contratos y los documentos originales del registro de los semirremolques.

Este cruce de medidas no deja de ser un episodio más dentro de las ‘hostilidades’ existentes entre España y Marruecos con el transporte de mercancía por carretera de fondo. De hecho, las autoridades del país del norte de África están aumento la presión sobre el transporte español con el fin de intentar controlar el flujo de mercancías que llega a Marruecos desde nuestro país, sobre todo a través de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.