Las medidas para intentar frenar la segunda ola de la pandemia de COVID-19 están siendo ya una constante en toda Europa. Sin ir más lejos, Bélgica ha impuesto su particular toque de queda por decreto ministerial, prohibiendo así la circulación por vía pública entre las 00:00 y las 05:00 horas. Como sucede en Francia, el transporte de mercancías por carretera queda exento de esta medida, pero los conductores profesionales deberán justificar su condición con un certificado de desplazamiento o una carta de porte que acredite su actividad.
Bélgica es uno de los países de la Unión Europea que está sufriendo de una forma más grave la segunda ola de la pandemia de COVID-19, hasta el punto que Bruselas es la capital europea con un mayor índice de contagios. Por este motivo, el Gobierno del país ha impuesto por la vía del decreto ministerial un toque de queda que se extenderá entre las 00:00 y 05:00 horas y que prohíbe la circulación por la vía pública con el fin de limitar el contacto social.
Como también sucede en el modelo francés de toque de queda, Bélgica ha pautado una serie de exenciones a la norma y el transporte de mercancías por carretera no tiene la obligación de cumplir con el toque de queda. Sin embargo, los conductores profesionales deberán portar en su vehículo un certificado redactado por el empleador o la carta de porte para justificar su actividad. En esta línea, la asociación belga FEBETRA ha elaborado un modelo de certificado con el que acreditar que los transportistas profesionales están circulando por la vía pública en el completo desarrollo de su trabajo.
Una de las cosas positivas del modelo generado por la citada asociación es que contempla no sólo el momento en el que el chófer está conduciendo su vehículo, sino también si este tiene que abandonar el camión, furgoneta o vehículo ligero por algún motivo y desplazarse por la calle en el ejercicio de su labor. A su vez, cabe destacar que las empresas del transporte y la logística también están exentas de realizar un registro de trabajadores extranjeros, otra de las medidas que ha sido aprobada por el Gobierno de Bélgica.