La Unión Internacional del Transporte por Carretera (IRU) ha activado sus resortes para pedir a los gobiernos de los distintos Estados miembro de la Unión Europea (EU) que rebajen la edad mínima legal de los conductores profesionales. Con la perspectiva de un sector del transporte de mercancías por carretera con una falta de chóferes cada vez mayor, la IRU solicita que la edad mínima de los conductores profesionales se rebaje hasta los 18 años en aquellos países en los que está fijada en 21 años.
La edad mínima para acceder a los permisos y carnets que permiten convertirse en conductor profesional es de 18 años en gran parte de Oriente Medio y algunos países de Europa, si bien en la mayoría de los Estados miembro es de 21 años. De hecho, en la Unión Europea existe, según refieren desde la IRU, un complicado mosaico de normativas en el que las edades mínimas para acceder a la profesión y conducir camiones, autobuses o autocares son distintas. En esta línea, incluso hay países que la edad es distinta dependiendo de si el transporte es nacional o internacional.
Desde la IRU explican que esta variabilidad y la aplicación de normas restrictivas en torno a la edad mínima para ser transportista suponen un grave obstáculo para todos los jóvenes que se quieren incorporar a la profesión. Una circunstancia que es realmente preocupante dentro de un marco laboral en el que la escasez de conductores profesionales es manifiesta y el paro juvenil supera el 30% en muchos países. En esta línea, en el mercado europeo una quinta parte de los puestos de conductores profesionales están vacantes.
Aunque durante la pandemia de COVID-19 ha alterado la dinámica y realidad del sector a corto plazo, la escasez de conductores es un problema a largo plazo, agravado por el envejecimiento de los conductores profesionales que se produce de forma paulatina. De hecho, la escasez de transportistas es una preocupación mundial, ya que del correcto mantenimiento de la cadena de suministro y del abastecimiento depende la movilidad y el comercio. Por esta razón, la IRU insta a tomar medidas reales para alentar a los jóvenes a introducirse en el sector, empezando por la revisión de la edad mínima.