Sara Aegesen, secretaria de Estado de Energía, ha asegurado que los gases renovables van a tener un papel fundamental en la reducción de las emisiones en el sector del transporte de mercancías por carretera, donde la electrificación no es la respuesta. En esta misma línea y sabedora que esta tecnología no es la solución a corto plazo, Sara Aagesen ha asegurado que los gases renovables también deben liderar la descarbonización del transporte pesado, del transporte marítimo y de la aviación en los próximos años.
La secretaria del Estado de Energía ha puesto de relieve las ventajas y beneficios sociales del uso de los gases renovables en el transporte y la movilidad durante el congreso ‘Green Gas Mobility’. En este punto, la responsable del Gobierno ha explicado que el uso de gases y otro tipo de energías renovables facilita la gestión de la demanda, reduce la dependencia exterior y permite un modelo de economía circular, lo que a su vez se traduce en generación de empleo y cohesión territorial.
En este aspecto, recientes estudios señalan que el uso del petróleo en el transporte alcanzará su punto máximo a mediados o finales de la presente década, siendo este el punto de inflexión hacia otro modelo de movilidad en el que se combine la utilización de la electricidad, los gases renovables, el hidrógeno y los biocombustibles. Un escenario en el que el gas tiene un informe más favorable al ser una fuente de energía con emisiones de carbono casi nulas, también en su obtención. El gas natural, el biogás y el hidrógeno son de hecho las vías favoritas a la hora de transportar el sector transporte.
En este punto, las grandes instalaciones de producción de hidrógeno verde y biogás tendrán un papel fundamental para los sectores de difícil electrificación. Compañías como Airproducts, Galp con su mercado paneuropeo de hidrógeno verde, AGF o Calvera son algunas de las compañías que, a mayor o menor escalada, están promoviendo esta transición energética. Con todo, aún hay muchos pasos por dar dentro de la misma y uno de ellos es la creación de un certificado de origen del gas producido para incentivar su obtención sostenible para aumentar su demanda al servir como reductor de la huella de carbono de las compañías de transporte y logística.