El Paquete de Movilidad promete ofrecer un escenario de competencia real y más justa dentro del transporte de mercancías por carretera en Europa. Sin embargo, su implantación es lenta y algunos de los problemas del sector prometen persistir en el tiempo. Es el caso de la existencia de empresas buzón, una práctica habitual no sólo en España, sino en algunos de los mercados más importantes de Europa. Las contrataciones fraudulentas en actividades asociadas al transporte de mercancías también es algo común.

La creación de empresas buzón está a la orden del día y así ha quedado patente con la enorme investigación que ha hecho el sindicato belga de transporte CSC. En la misma se ha descubierto el presunto delito continuado del grupo Jost, una empresa internacional que a través de su filial belga, localizada en Herstal, tiene un particular ‘puente aéreo’ entre Bucarest y Bélgica para trasladar cada dos semanas entre 150 y 160 conductores que van hasta las instalaciones de la compañía, donde hacen su particular centro de operaciones.

Estos conductores son destinados a distintos puntos de Bélgica y Europa, con unas condiciones de trabajo denigrantes para todos ellos. Cabe señalar en este aspecto que Skiptrans, filial de Rumanía de Jost, tiene un total de 842 conductores empleados, pese a no tener ningún tipo de material rodante. Con un salario un 15% por debajo del salario promedio que hay por convenio en Bélgica, Skiptrans consigue precios realmente competitivos en el mercado belga y del resto de Europa con una práctica de competencia desleal contra las empresas que sí cumplen la normativa vigente.

Si bien este es un problema ampliamente conocido, en torno a las empresas de transporte y de logística ha nacido otra preocupante práctica. Con la crisis sanitaria, el teletrabajo en distintas áreas ha crecido, pero eso también ha provocado un notable aumento de las contrataciones fraudulentas al haber mayor dificultad para hacer la Inspección de Trabajo. Bajo este paraguas, FENADISMER ha descubierto empresas de recursos humanos radicadas en Sudamérica que están ofreciendo a empresas españoles trabajadores para teletrabajar con salarios un 60% inferiores a los que se perciben en España.