La industria de la automoción pide el libre comercio entre Reino Unido y la Unión Europea

Las negociaciones del Brexit entre Reino Unido y la Unión Europea siguen enquistadas, sin que exista un avance real a la hora de pactar los términos del acuerdo comercial que existirá entre ambas partes a partir del 1 de enero de 2021. Sin acuerdo, Reino Unido y los Estados miembro de la Unión Europea se verán obligados a operar bajo las normas de origen no preferencial de la Organización Mundial del Comercio, circunstancia que puede ser un duro revés para las exportaciones españolas, sobre todo en el sector de la industria automotriz.

A falta de 15 semanas para que finalice el periodo de transición del Brexit, el acuerdo entre Reino Unido y la Unión Europea parece más lejos que nunca. Una situación que preocupa de forma muy especial a la industria de la automoción. De hecho, los máximos exponentes de este sector en toda Europa han unido fuerzas para solicitar a ambas partes que lleguen a un acuerdo real en el menor tiempo posible y que se dibuje un escenario de libre comercio entre ambas partes.

La salida de Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo entre ambas partes provocaría una grave crisis en la industria de la automoción ya que esta situación afectaría de manera anual a la producción de unos tres millones de turismos y furgonetas en ambas partes, en una situación que afecta a España de forma notable al ser uno de los grandes fabricantes de vehículos de Europa. En este aspecto, se calcula que las pérdidas para el sector serían de unos 110.000 millones de euros en un periodo de cinco años.

La situación descrita pondría en riesgo numerosos puestos de trabajo en el sector del que dependen 14,6 millones de familias en toda Europa, a lo que hay que sumar los trabajadores que están vinculados a la industria automotriz, como pueden ser los chóferes que transportan los vehículos. Por esta razón, el sector pide que no se apliquen los aranceles estipulados -10% para turismos y 22% para furgonetas y camiones- y que se eviten todos los inconvenientes en las relaciones comerciales entre Reino Unido y la Unión Europea. La viabilidad de fabricantes y proveedores están en juego.

En este aspecto, cabe recordar que entre Reino Unido y la Unión Europea se fabrican unos 18,5 millones de vehículos anuales, cifra que ya se ha reducido en 3,6 millones durante este año por el COVID-19. La caída de la demanda por los aranceles podría alcanzar el 10%, por lo que se dejarían de vender tres millones de unidades en los próximos cinco años, con pérdidas de 52.800 millones para las plantas británicas y de 57.700 millones para las de la Unión Europea, todo en un escenario donde ambas partes asumen el 20% de la producción global de vehículos.

Fernando Sancho

Redactor especializado en movilidad, transporte de mercancías por carretera y las actividades anexas al sector.

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