El precio de los carburantes ha encadenado esta semana su duodécima subida consecutiva y acumula un encarecimiento de hasta el 8,6% desde los mínimos que tocó a principios de mayo, en plena pandemia del coronavirus.

En concreto, el precio medio del litro de gasóleo ha subido esta semana un 0,28% con respecto a la semana anterior, hasta situarse en los 1,063 euros, según datos del Boletín Petrolero de la UE. Desde que se rompió en mayo la tendencia bajista que llevaban los carburantes, el precio del litro de gasolina ha recuperado un 8,6% desde los mínimos que tocó, mientras que el del gasóleo sube un 8,4%.

No obstante, a pesar de este cambio de tendencia al alza en los precios de los carburantes, el diésel y la gasolina son todavía un 12,3% más baratos que en las mismas fechas del año pasado.

En concreto, en la misma semana del año pasado, el precio del litro de gasóleo era de 1,212 euros, mientras que el de gasolina se situaba en los 1,327 euros.

La estabilización en los precios de los carburantes viene acompañada de la remontada en las últimas semanas en los precios del crudo, tras su desplome en lo más duro de la crisis del coronavirus. Así, el barril de Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves por encima de los 43,5 dólares, mientras que el Texas se intercambiaba a unos 40,6 dólares.

A pesar del encarecimiento de los precios en España, la gasolina sigue estando más barata respecto a la media de la Unión Europea (UE) y la zona euro, donde el litro cuesta 1,277 euros y 1,322 euros, respectivamente, al mismo tiempo que el litro de gasóleo cuesta de media 1,144 euros en la UE y 1,164 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.