Una de las claves del acuerdo entre el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana y las principales asociaciones de transportistas para desconvocar el paro patronal del 27 y 28 de julio ha sido el compromiso por parte del Gobierno central de no aplicar peajes en las carreteras españoles sin el consenso del sector. Sin embargo, las competencias en muchos casos están transferidas a las Comunidades Autónomas y existe el riesgo de que el Gobierno Foral de Navarra siga adelante con su proyecto para instalar nuevos peajes en vías de alta capacidad de su territorio.

El acuerdo suscrito a nivel nacional o los procedentes en torno a la anulación en los tribunales de los peajes impuestos por la Diputación de Guipúzcoa pueden no ser suficiente para frenar el ánimo del Gobierno Foral de Navarra de aplicar nuevos peajes en sus carreteras. Aunque desde FENADISMER consideran que el acuerdo debería comprometer al Gobierno regional a reconsiderar su intención de aplicar peajes a camiones en nuevas vías de la Comunidad Foral, lo cierto es que no ha habido ningún movimiento al respecto que garantice la paralización de este proyecto.

Sin pronunciación al respecto por parte de las autoridades, desde FENADISMER recuerdan que las circunstancias que rodean a la actual situación económica no son adecuadas para imponer más gastos a los transportistas navarros y del resto del país que transiten por estas carreteras. No obstante, el sector del transporte de mercancías por carretera aporta a la Hacienda de Navarra más de 275 millones de euros al año, cuantía que equivale al 7,05% del total recaudado por el fisco navarro en el ejercicio de 2019.

Se antoja así una auténtica irresponsabilidad que el Gobierno Foral de Navarra se plantee la posibilidad de cargar nuevos peajes a un sector estratégico y trascendental para el desarrollo de la economía que representa un 4,25% del PIB de la Comunidad. No obstante, el transporte soporta un gravamen comparativamente superior al de otros sectores simplemente por el normal desarrollo de su labor, que lleva sujeto el pago de impuestos, tasas y peajes. Y esto radica en un mantenimiento de las infraestructuras parcializado en lugar de radicar en un esfuerzo común y global.