La pandemia de COVID-19 ha alterado por completo la actividad en el sector del transporte de mercancías por carretera, si bien no ha cambiado su realidad. De hecho, la crisis económica asociada al coronavirus no ha hecho más que aumentar la picaresca de algunos transportistas y empresas para burlar la normativa. Por este motivo no es de extrañar que esta semana se hayan producido distintas detenciones e impuesto varias multas por delitos de manipulación del tacógrafo, de los dispositivos AdBlue y por no cumplir los tiempos de conducción y descanso.
La primera de estas intervenciones se llevó a cabo por los agentes de la Subsección de la Policía de Tráfico de Riccione, en Italia. Tras intervenir en un accidente de tráfico entre un vehículo de turismo y un camión de nacionalidad rumana, descubrieron que el conductor de este camión había manipulado la unidad de control electrónico del vehículo para simular el uso del aditivo AdBlue, tecnología requerida por ley y que es necesaria para reducir las emisiones contaminantes del vehículo causadas por la combustión del combustible.
Los mismos agentes de la Policía de Tráfico de Riccione también detectaron dos vehículos dedicados al transporte de mercancías en los que se habían realizado alteraciones de los datos del tacógrafo digital. Tras comprobar que el dispositivo reflejaba numerosos cortes de energía no justificados por la actividad del vehículo. La inspección realizada por los agentes permitió encontrar dentro de los propios vehículos un dispositivo de botón que aparentemente había sido utilizado para desconectar el tacógrafo digital y así alterar sus datos con el objetivo de conducir durante más tiempo
La multa para los tres conductores implicados fue de 2.000 €. Todos sufrieron además la retirada del permiso de conducir con el objetivo de suspenderlos por un periodo de hasta tres meses. Por su parte, los vehículos fueron incautados de forma temporal. Un final similar al que vivió un conductor de una empresa de transporte rumana en Alemania al ser multado durante un control de tráfico con 8.500 €. En este caso, el conductor había cometido varios delitos contra el cabotaje -al realizar nueve envíos consecutivos-, además de realizar el descanso semanal en el camión y no tener el mantenimiento del vehículo en regla.