La pandemia de COVID-19 ha dibujado un escenario complejo dentro del sector transporte. Pese a ser una actividad esencial, los profesionales autónomos, pymes y compañías dedicadas al transporte de mercancías por carretera se han visto afectadas seriamente por la crisis, lo que ha llevado al Gobierno a ampliar el periodo de aplazamiento de los impuestos del primer trimestre por 4 meses sin intereses. Un plan diseñado para facilitar la supervivencia de autónomos y pymes que, como suele suceder, tiene importantes contrapartidas.
La Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER) ha señalado en ese aspecto que miles de autónomos y pymes no podrán hacer frente al pago ‘de golpe’ de estos impuestos a partir del 1 de junio. La decisión de la Agencia Tributaria de reclamar estos impuestos aplazados de una sola vez y no de forma escalonada atenta de manera directa contra la liquidez de autónomos y empresas. Sí, la misma liquidez que se intentó salvaguardar con esta medida.
Cabe recordar que el Gobierno aprobó el 12 de marzo una moratoria en el pago de impuestos con vencimientos fiscales durante el periodo de COVID-19 de hasta seis meses y 30.000 euros, no aplicando intereses durante los tres primeros meses. Una medida que ha sido ampliada en virtud del Decreto-Ley 19/2020 publicada en el BOE esta misma semana a cuatro meses, sin que esto cambie nada. De hecho, esta ampliación no soluciona el problema real de falta de liquidez de las empresas, sea cual sea la fórmula de aplazamiento.
Además de la incertidumbre que existe en torno a la solicitud del cuarto mes de moratoria sin intereses, ya que no está claro si queda incluida en los procesos de fraccionamiento de pago durante seis meses, lo cierto es que esta medida dibuja un nuevo problema. No obstante, miles de autónomos y pymes se verán en la tesitura este próximo 1 de junio de pagar todos los impuestos aplazados por el COVID-19, lo que provocará una nueva crisis de liquidez en muchos de ellos. Sin un procedimiento extraordinario para el pago de forma escalonada, la insolvencia será tónica habitual en el sector.