Las principales asociaciones de transporte y federaciones de operadores de Francia, como son la FNTR, la OTRE y la Unión TLF, han solicitado al gobierno que posponga la reducción prevista en el reembolso del TICPE en dos céntimos por litro hasta el 1 de enero de 2022. El objetivo de esta propuesta es permitir que el flujo actual de liquidez por el reembolso del TICPE no se reduzca en un periodo de gran incertidumbre por la crisis del COVID-19 y sus consecuencias.

El Ejecutivo galo destinó una partida de 390 millones de euros para el sector del transporte de mercancías por carretera, cifra que según expertos del sector no será suficiente para paliar las dificultades sufridas por las empresas y profesionales del transporte por la crisis del COVID-19. En esta línea, la FNTR, la OTRE y la Unión TLF han exigido al gobierno de Macron posponer la reducción de reembolso del TICPE en dos céntimos por litro y aplazar la entrada en vigor de esta medida hasta 2022.

La petición en torno a la devolución del impuesto al consumo de productos petroleros (TICPE) es una de las medidas dentro del plan de acción propuesto por las asociaciones profesionales para combatir la crisis del COVID-19 y en el que también se solicita la creación de una tarjeta de combustible para profesionales. Para las organizaciones es clave que el reembolso del TICPE se pague de forma trimestral y no semestral y que a su vez se posponga el impuesto TSRV sobre los vehículos, ya que sin medidas concretas la inyección de 390 millones para el sector sirve de muy poco.

No obstante, la situación del sector del transporte de mercancías por carretera en Francia es bastante delicado. De hecho, el 70% de las empresas del sector se han acogido al cese total o parcial de su actividad por la crisis del COVID-19, por lo que se necesita un fuerte margen fiscal y económico para poder retomar su labor. Este hecho se traduce en que aproximadamente un 50% de los camiones están detenidos, a lo que hay que sumar los graves problemas que están teniendo las empresas que se mantienen activos con servicios desorganizados, devoluciones vacías o costos operativos muy altos.