Pese a que la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 ha dibujado un nuevo escenario en el transporte de mercancías por carretera en España, con sus propios desafíos, la verdad que los chóferes y empresas del sector se enfrentan a graves problemas de largo recorrido. Sin duda, uno de los más importantes es la propuesta de la denominada Alianza por la Competitividad de la Industria Española para que se permita la utilización de vehículos pesados de 44 toneladas de Masa Máxima Autorizada (MMA).
La petición para que el Gobierno legisle la ampliación de la MMA de los vehículos pesados hasta las 44 toneladas se sustenta, según sus precursores, en los beneficios medioambientales y de competitividad para el sector transporte en España. Sin embargo, desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) advierten que no hay estudios fidedignos para cuantificar la reducción en las emisiones contaminantes de un modelo basado en camiones de 44 toneladas de MMA al no existir referencias claras.
Por el contrario, desde la CETM explican que sí hay datos que avalan que el aumento en cuatro toneladas en los vehículos pesados provocará un mayor y más rápido deterioro de las infraestructuras. Además, provocará un aumento de notable en el coste de compra y del mantenimiento de los vehículos pesados. Desde la patronal señalan también que el uso de los camiones de 44 toneladas sería sinónimo de que miles de conductores se vieran forzados a dejar la profesión ante la reducción en el número de servicios.
En un sector con subasta de cargas a la baja, precios más que discutibles y unos plazos de pago en muchos casos inasumibles, la utilización de vehículos pesados de 44 toneladas reducirá aún más los servicios y aumentará la posición de poder de los cargadores integrados en esta Alianza. En este aspecto, desde la CETM avisan que si finalmente el Gobierno atienda esta postura sólo va a conseguir que las cargas se queden en sus almacenes al no haber el volumen adecuado de camiones, aunque sean de 44 toneladas, para transportarlas.