La Comisión Europea no realizará acción alguna para coordinar las distintas medidas extraordinarias que están tomando los Estados miembros ante la crisis derivada de la pandemia de COVID-19 en el sector transporte. Aunque el organismo europeo conoce la delicada situación que vive el transporte de mercancías por carretera ante las distintas normativas aplicadas en cada país durante este periodo de excepción, no tomará medidas reales para facilitar el trabajo de los chóferes y las empresas transportistas.
La crisis sanitaria y social provocada por la pandemia de coronavirus ha llevado a cada país a aplicar distintas medidas y exenciones al reglamento habitual en el sector del transporte de mercancías por carretera con el fin de garantizar el correcto abastecimiento de productos alimentarios y de primera necesidad. Sin embargo, la aplicación de medidas individuales en cada país y la modificación de las mismas según avanza la crisis hace que los transportistas vivan un auténtico calvario para conocer y cumplir con la normativa aplicada en cada Estado miembro.
Pese a las distintas peticiones presentadas a la Comisión Europea para definir un protocolo por el cual todos los Estados miembros puedan ejecutar una actuación unificada y homogénea, la realidad es que el organismo europeo se ha lavado las manos y ha optado por permitir que cada país tome medidas unilaterales para combatir la crisis del coronavirus. Una muestra más de la lentitud e ineficacia de las instituciones comunitarias a la hora de tomar medidas de carácter general, con aplicación temporal e idéntica en cada país.
Esta nula actuación está afectando de manera significativa al normal desarrollo del transporte de mercancías por carretera ante el auténtico rompecabezas que supone para los chóferes y empresas de transporte adaptarse y cumplir la normativa excepcional de cada país ante el COVID-19. Además, esta situación supone romper con la normativa unitaria a nivel europeo que se aplica desde hace tres décadas y que permitía la prestación de servicios en toda Europa de manera ágil y sin obstáculos. Una circunstancia ahora imposible por la total descoordinación que impera en el sector.