El proyecto SmartRoad Gotland ha dado un nuevo paso adelante en la utilización efectiva de la primera carretera capaz de recargar vehículos eléctricos por inducción. No obstante, este tipo de infraestructura ha sido sometida a una primera fase de pruebas con resultados exitosos. El proyecto de ElecReon Ab, filial sueca de la compañía israelí ElectReon Wireless, cuenta con el apoyo de la Administración de Carreteras de Suecia y se engloba dentro de los objetivos de descarbonización del sector transporte en el país.

La tecnología de carreteras eléctricas con capacidad de carga por inducción se ha desarrollado en primer término en las instalaciones de ElecReon en Beit Yanai (Israel). Superada esta fase, la compañía y su filial sueca han construido una estructura real cerca de Estocolmo, dentro de las instalaciones de NCC, la segunda mayor empresa de construcción de la región nórdica y socios del proyecto SmartRoad Gotland. Allí se ha evaluado, con éxito, un tramo de carretera de 1,6 kilómetros que cuenta con un sistema de carga completo e independiente.

Este tramo de carretera cuenta con una unidad de gestión, bobinas de cobre instaladas bajo la superficie del asfalto y receptores. Aunque se trata de un tramo de vía operativo, este primer test se ha realizado en estático con un camión eléctrico de 40 toneladas, vehículo al que se le instalaron cinco receptores en el remolque. A lo largo de los 1,6 kilómetros de la vía se pudo comprobar que los receptores llegaron a trasmitir 20 kW cada uno con una eficiencia del 90%, datos que reflejan que el sistema está listo para utilizarse en vías públicas.

Tras este primer test con positivos resultados, ElectReon AB espera poder tener en 2022 la primera carretera operativa para camiones, autobuses, furgonetas y automóviles eléctricos, vehículos que podrán montar baterías de menor tamaño al recargarse mientras circulan. Antes de ese momento, la compañía evaluará este verano su sistema con un autobús eléctrico, en una sesión dinámica, con el propósito de ver cómo responden las infraestructuras a temperaturas más elevadas, toda vez que este primer test ha tenido lugar en condiciones invernales.