El Gobierno ha anunciado que prorrogará por dos semanas el estado de alarma, hasta el 11 de abril, tras registrarse este domingo en España un aumento del 14,6 % en los contagios de coronavirus respecto a ayer, 28.572 casos, y haberse contabilizado 1.720 fallecidos, un 29,7 % más.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha informado de que el Ejecutivo propondrá al Congreso la prórroga en una videoconferencia con los presidentes autonómicos, con los que se ha reunido, y la ha justificado en que se avecina una «ola muy dura» y días «muy difíciles» que pondrán «al límite» la capacidad sanitaria y moral de la sociedad.

Tras una semana de confinamiento, que se prolongará al menos tres más con toda seguridad ya que Partido Popular y Ciudadanos han avanzado que apoyarán la medida, Sánchez ha enviado un mensaje de ánimo a todos los ciudadanos por su «paciencia y generosidad» en una «batalla» y una «guerra» contra el virus que está convencido que se terminará venciendo.

La curva de contagios se ha suavizado este domingo ligeramente en comparación con los datos de 24 horas antes.

Los porcentajes de incremento de contagios registrados son algo más bajos que los de ayer sábado, cuando se contabilizaron un 24,7 % más de casos y un 32 % más de fallecimientos, aunque el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha predicho que el «punto álgido» se producirá la próxima semana.

Simón ha informado de la evolución del virus tras la reunión del comité de gestión técnica de la epidemia y ha mostrado su preocupación por que un 12 % de los contagiados (3.475) son personal sanitario, lo que puede afectar a la atención a los pacientes.

Sin embargo, Simón no predice un «colapso generalizado» de las UCI. «Es cierto que habrá un estrés y presión sobre sistema muy alta, pero vamos cerrando cada vez con datos mejores, este colapso se puede producir en algunos puntos pero no será generalizado y la extensión en el tiempo permitirá que lo podamos controlar», ha augurado el experto.

Y ha añadido que hay que tener en cuenta que cuando baje la curva de contagio seguirá habiendo pacientes en las UCI, ya que la estancia de los enfermos en estas unidades puede llegar a los 28 días.

«Si estamos pensando que el punto álgido, el día con mayor trasmisión, se va a producir esta semana, el punto crítico se producirá entre una y dos semanas de retraso, cuando se vayan acumulando los que no han salido con los que van entrado», ha explicado.

También ha apuntado que ya han llegado los primeros test rápidos y se están empezando a distribuir a los «puntos calientes», que son los hospitales y zonas de alto riesgo como las residencias de ancianos.

Es en estas últimas dependencias donde ha fijado ahora la prioridad la Unidad Militar de Emergencias (UME), que este domingo desinfectará 21 residencias de mayores en la Comunidad de Madrid y acudirá a todas las que lo requieran.

Las residencias de mayores y también de discapacitados o análogas que se encuentren desbordadas o sin personal deberán a partir de ahora reportar de forma inmediata sus necesidades a las delegaciones del Gobierno o consejerías de Asuntos Sociales de sus respectivas comunidades para que se les ayude de forma urgente, según una instrucción publicada por el Ministerio de Sanidad.

El doble objetivo es así realizar los test rápidos en las residencias para aislar a los casos positivos y evitar contagios masivos, por un lado, y ayudarlas con todo aquello que ofrecer la UME.

También, y como medida de prevención, Sanidad ha repartido este fin de semana 1.6 millones de mascarillas entre las comunidades autónomas destinadas a pacientes y profesionales sanitarios.

La dotación más importante la ha recibido la Comunidad de Madrid, que sigue siendo la más afectada por la enfermedad y registra ya 1.021 fallecidos, 217 más que ayer, con un total de 9.702 positivos confirmados, 781 más.

Por este motivo se están empezando a derivar pacientes a hospitales medicalizados y también al recinto ferial de Ifema, que se ha convertido en el principal muro de contención del virus en la región al transformarse en un hospital provisional con 1.396 camas ampliables a 3.000, y que podrán alcanzar las 5.500 si la situación lo requiriese.