Durante la primera semana de marzo comenzaron las negociaciones entre los representantes de Reino Unido y de la Unión Europea con el fin de encontrar un marco de entendimiento y colaboración tras el Brexit. Sin embargo, la celebración de la segunda ronda de reuniones que estaba prevista para el 18 de marzo en Londres está en el aire como consecuencia del brote de COVID-19 (coronavirus) surgido en Londres y que ha contagiado a la subsecretaria de Salud del Reino Unido.

La decisión de Londres de abandonar la Unión Europea ha llevado a un nuevo escenario en el que Reino Unido y la Unión Europea deben encontrar un marco normativo satisfactorio para ambas partes. La ley de aduanas, la definición del tránsito de personas y de mercancías o las condiciones laborales de los trabajadores son algunos de los puntos a definir en las reuniones que mantienen ambas partes y que dibujarán la relación comercial de Reino Unido con el resto de la Unión Europea.

Si ya de por sí la situación es compleja por los intereses cruzados de Reino Unido y los países de la Unión Europea, el coronavirus ha añadido una mayor dosis de incertidumbre al tratado comercial post-Brexit. De hecho, la pandemia de COVID-19 que afecta a todo el planeta puede llevar a la cancelación de las negociaciones de forma temporal. De hecho, la segunda ronda de reuniones prevista para el 18 de marzo en Londres podría ser cancelada. Un ‘frenazo’ obligado, pero que puede alterar los planes de ambas partes y el ritmo de la negociación.

No se trata, por ende, de una cuestión baladí, ya que existen posibilidades reales de no llegar a tiempo de cerrar un acuerdo comercial y de seguridad a lo largo de 2020, pese a que desde Londres no quieren extender el periodo de transición del Brexit más allá de diciembre. Mientras tanto, cientos de trabajadores y empresas vinculadas al sector del transporte de mercancías por carretera, distribución y logística esperan para saber las condiciones que tendrá el tránsito de personas y mercancías entre el Reino Unido y Europa.