El Gobierno italiano ha anunciado la prohibición por decreto de entradas y salidas de la región de Lombardía y otras 14 regiones consideradas hasta el momento «zonas rojas» desde el 8 de marzo y hasta el 3 de abril, tiempo suficiente para detectar cualquier posible nuevo caso del coronavirus.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, ha anunciado la firma de este decreto para acabar con la propagación del virus en el país. Según ha explicado, «se establecerá una restricción que limitará el movimiento en el territorio» y ha subrayado que será posible entrar y salir de estas regiones solo si se justifican «las necesidades laborales, situaciones de necesidad o en caso de emergencia».
«No hay una prohibición absoluta, sino que hay que justificarlo, habrá movilidad reducida. No se detiene todo sino que debemos entrar en un lógica en la que hay normas que tienen que ser respetadas«, ha zanjado el primer ministro.
Como resultado de este decreto, se cerrarán escuelas y universidades en estas zonas, se suspenderán ceremonias civiles y religiosas y eventos en pubs y discotecas, así como gimnasios o piscinas, museos y centros culturales. Los bares y restaurantes podrán permanecer abiertos, aunque se limita su horario de las 6 a las 18 horas.
Conte ha anunciado la suspensión de «actuaciones, eventos, shows, de cualquier tipo, entre los que se incluyen el teatro y el cine, en cualquier lugar, público o privado«.
Las provincias que van a tener estas restricciones a parte de la aprobación del decreto son Módena, Parma, Piacenza, Reggio Emilia, Rímini, Pésaro y Urbino, Venecia, Padua, Treviso, Asti, Vercelli, Novara, Verbano-Cusio-Ossola y Alessandria.
Este proyecto de decreto, publicado por la prensa italiana, supone una ampliación de las «zonas rojas» ya instauradas, en las que solo se permiten los desplazamientos en caso de emergencia.
En el documento, se expone que, para evitar la propagación del coronavirus en estas zonas, se evite «absolutamente todo movimiento» hacia o desde estos territorios, excepto los viajes que estén motivados por situaciones «inevitables de trabajo o de emergencia».
Se pide a las personas con síntomas de problemas respiratorios o de fiebre (más de 37,5 grados) que se quedan en casa y limiten el contacto con otras personas.
Según ha informado el diario ‘La Repubblica’, quien no cumpla con estas limitaciones y con las nuevas medidas, podrá ser detenido hasta tres meses y se podrá enfrentar a una multa de hasta 206 euros.
Entre otras medidas, el Gobierno italiano estaría trabajando en un segundo decreto por el que confirmar la suspensión de una serie de actividades a nivel nacional como pueden ser las conferencias médicas o los viajes escolares.