La conservación de las carreteras es una necesidad social que no se está realizando de forma correcta, según remarca Juan José Potti, presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Mezclas Asfálticas (ASEFMA). Para Potti existe una enorme descompensación año tras año entre lo que el Gobierno recauda en impuestos por combustibles dedicados a la automoción y transporte y lo que realmente se invierte en la adecuada conservación de la red de carreteras.

Según los datos aportados por Juan José Potti en el 23º Symposium Nacional de Vías y Obras de Administración Local, el Gobierno central recauda cerca de 22.000 millones de euros a través de los impuestos asociados a los combustibles, cifra que no se corresponde con la posterior inversión en el mantenimiento y adecuación de las vías. Para Potti, con la inversión de 1.500 millones anuales se conseguiría tener una red de carreteras en perfecto estado, si bien la realidad es muy distinta.

De hecho, la inversión está muy por debajo de esta cifra y a años luz de la inversión necesaria para corregir el estado de deterioro de la red de carreteras actual, cifrado en más de 7.000 millones de euros. Una circunstancia que según Potti refleja el ánimo real del Gobierno con la gran cantidad de impuesto dedicados al combustible y los vehículos de transporte, ya que este dinero va a una ‘caja única’ y no se da prioridad a la mejora y conservación de la red viaria.

Para el presidente de ASEFMA es vital que se de un impulso a la inversión que se realiza en la conservación de la red viaria, ya que se estima que el 90% de las mercancías que llegan lo hacen por carretera. Una circunstancia muy a tener en cuenta porque a tenor de las cifras que se manejan, el ciudadano ya está pagando de manera amplia esta adecuada conservación de las carreteras. Una situación que además repercute en la propia seguridad de los usuarios que utilizan estas vías.