Las empresas transportistas y los chóferes han denunciado la condición de inseguridad que se produce en las áreas de descanso de la AP-7 en la provincia de Castellón desde la liberación de la autopista. Por este motivo, el sector solicita que se permita la circulación por la nacional 340 entre las localidades de Oropesa del Mar y Nules. No obstante, esta vía cuenta con áreas de servicio que permitirían descongestionar las instalaciones de la AP-7 y mejorar la seguridad.

Pese a que la liberación de la AP-7 debía ser una buena noticia para el sector del transporte de mercancías por carretera, la realidad es muy distinta. Desde que en 2018 se obligó a todos los vehículos pesados a circular por esta vía se ha producido una situación de colapso y de gran inseguridad en las áreas de servicio de la autovía. No obstante, los transportistas no pueden abandonar la vía para circular por N-340, carretera nacional paralela, o por la CV-10.

Con sólo tres áreas de descanso en todo el recorrido de la AP-7 en la provincia de Castellón, la situación se antoja realmente complicada. Por este motivo, Juan José Gil, secretario de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte en España (FENADISMER) ha denunciado esta situación en distintos medios: «Desde que se liberalizó la AP-7, la situación en las áreas de descanso del tramo de Castellón es de inseguridad viaria. Sólo tienen capacidad para 100 ó 150 camiones y hay unos 4.000 camiones colapsando las áreas de servicio, aparcando incluso en los márgenes de la autopista».

Por este motivo, FENADISMER solicita que se revierta la prohibición que existe para que los camiones circulen por la N-340, medida que se introdujo para reducir la siniestrabilidad vial y que obliga a los chóferes a utilizar la CV-10 o la propia AP-7: «Entendemos que la Dirección General de Tráfico (DGT) debería resolverlo y tiene una forma muy fácil de hacerlo. Está claro que deben permitir que los camiones abandonen la autopista para ir a las áreas de descanso que hay en la carretera nacional«.