El robo de combustible en los camiones no es nada nuevo, pero si uno de los factores que hacen perder más dinero y tiempo a los conductores, autónomos y empresas. Para evitar esta situación Scania ha desarrolla una nueva alarma anti robo de combustible en sus camiones.
Scania introduce el detector de robo de combustible, con un sensor instalado que supervisa el nivel de combustible, inicialmente para los depósitos sencillos y muy pronto también para los depósitos dobles más comunes.
«Aunque la desaparición del preciado combustible ya es suficientemente grave, es quizás peor que el camión no pueda realizar las entregas programadas para el día como estaba previsto y pueda ser objeto de sanciones», dice el Director de Productos de Scania, Eric Ljunggren.
Si el nivel de combustible baja significativamente, la alarma se activa y emite un sonido agudo, igual que el sistema normal de alarma contra robos. Cuando se activa, el sistema de alarma supervisa el nivel de combustible durante un máximo de 65 horas, siempre que el interruptor de la batería principal del camión esté activado. El cliente recibirá también un correo electrónico, un mensaje de texto y una notificación de advertencia en su portal de Scania Fleet Management si dispone del paquete de control.
Un propietario de una flota francesa dice que los costes anuales de gasóleo y auxiliares robados le suponen un coste de 12.000 euros.
«Perdemos una gran cantidad de dinero cada año, pero además los ladrones rompen y perforan los tanques de combustible. Esto requiere reparaciones y el camión ademas queda inmovilizado. Todo es muy, muy molesto y ahora hemos decidido no repostar nunca los viernes para que los tanques estén vacíos cuando aparquemos para el fin de semana«.
Quizás la mayor ventaja de la alarma de robo de combustible es disuadir a los presuntos ladrones. Una pegatina en el tanque advierte a los ladrones que el combustible está protegido.
«El propietario y el conductor serán alertados si el vehículo está siendo manipulado y las consecuencias del robo de combustible pueden ser evitadas o al menos mitigadas«, dice Ljunggren.