Las carreteras aragonesas están viviendo una revolución en el transporte y los operadores logísticos y empresas vinculadas al sector celebran que Aragón sea de las comunidades que más está apostando por los megacamiones y dúotrailers para el traslado de mercancías, con la concesión de entre 200 y 300 permisos mensuales, por delante del País Vasco.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime) se queja de que se está incurriendo en un grave error al considerar solo las bondades de este tipo de camiones. Si bien es cierto que se aumenta la competitividad y la productividad, esto se hace a costa del conductor “que sufre mayor desgaste y acumula mayor cansancio que uno de un camión normal”. Además, consideran inoportuno tildar de “seguro” este transporte “porque es imposible que sea más seguro un vehículo 9 metros más largo”.
Para los transportistas, los megacamiones o megatrucks suponen un riesgo porque incumplen la Ley de Seguridad Vial, multiplican las posibilidades de “tijeras” en caso de accidente, tienen dificultad de maniobra en caso de emergencia y es costoso retirarlos de la vía para que vuelva a ser practicable, dificultan la visibilidad de otros vehículos en las rotondas y, aunque su velocidad está limitada a 80 kilómetros por hora, suelen superarla y no están convenientemente señalizados con pilotos flash.
Los megacamiones para el transporte discrecional miden hasta 25 metros y permiten transportar mayor carga en cada trayecto. Ahora es el turno de los dúotrailers, camiones de casi 32 metros y 70 toneladas de capacidad y que se encuentran en fase de pruebas desde hace dos años.
Aunque prometen ser más ecológicos al llevar más carga en cada viaje -reduciendo así el número de viajes-, este argumento se diluye a la luz del importante aumento del consumo en un megacamión. Según datos de Tradime, “si la capacidad de carga en un megacamión aumenta en un 60%, el consumo de combustible lo hace en un 75%”.
La emisión en un megacamión se calcula en 2,65 kilógramos de CO2 por cada litro de gasoil quemado. Anualmente, un tráiler a plena carga emite 110.240 kilogramos y un Mega, 189.475. Esto son 327 kilogramos más al año y 30.000 litros más de combustible que un tráiler ordinario.
Tradime se reitera en su oposición a estos vehículos que mejoran la competitividad “a base de estrujar más los recursos disponibles de la empresa, incluidos los medios humanos”. Critican que se esté intentando “vender” la idea del dúo-traíler que, pese a no estar todavía legalizado, lleva circulando en pruebas dos años, tiempo que consideran suficiente para publicar los datos del estudio.
Tampoco entienden que el 65% de las licencias de megacamiones en los primeros años se estén emitiendo en Aragón, y consideran que el dato debería, como mínimo, “llamar la atención en el resto de España”.
Via: Tradime