Vamos a ver, mientras que no se pongan por orden las prioridades, es imposible que los transportistas y los cargadores se puedan poner de acuerdo.
Claro que el problema del transporte es que él, a diferencia de los cargadores no puede ni pensar en la palabra precio, mientras que los cargadores como no entra en sus cuentas el gastarla porque eso implica pagar, pues se dedican a lo suyo que es medrar y medrar para que les den cual niño mal criado lo que no les corresponde.
Lo hemos dicho muchas veces, y lo volvemos a repetir, el sector del transporte como las apuestas de los casinos está en él no va más.
Parece que no lo quiere entender nadie, pero la realidad es la que es, y mientras que el sector no perciba lo que en justicia le corresponde, el declive es y será cada vez más pronunciado.
Nos gustaría que alguien de todos esos que se dedican a pedir y exigir lo que ni pagan, ni se les pasa por la cabeza pagar, nos explicase qué transportes necesitan en este país las 44 toneladas. Lo hemos preguntado muchas veces de forma pública y notoria, pero nunca se nos ha contestado, con lo dados que son todos a justificar lo injustificable.
Para que se entienda, bueno más bien para que lo entiendan tanto la administración tan dada a dar con el bolsillo de los demás, como los que confían en que el gobierno del PSOE les dé todo lo que piden, por aquello del medio ambiente. LOS NEGOCIOS SON NEGOCIO SI LAS DOS PARTES GANAN EN EL MISMO, Y AQUÍ SOLO HAY UNA PARTE QUE GANA, por lo tanto no se trata de negocio, sino apropiación de los medios ajenos (el transporte) para ganar (el cargador) lo que no le corresponde.
A partir de aquí cada uno que haga lo que le dé la gana, pero francamente que hartazgo estar siempre predicando en el desierto, y escuchando sólo lloros.