La Asociación Española de Empresarios de Transporte Bajo Temperatura Dirigida ha denunciado mediante nota de prensa la «situación de derribo en que se encuentra el sector español del transporte de mercancías por carretera». En un contexto más globalizado, no se presta la atención debida a un sector estratégico para la economía española y europea, soportando el desdén de instituciones y sin aportar soluciones a la problemática del sector y sus trabajadores.
De vez en cuando es bueno recordar a la sociedad y a los estamentos públicos la importancia estratégica del sector del transporte por carretera de mercancías y de nuevo ATFRIE ha puesto el punto sobre la ies para mostrar la lamentable situación en que se encuentra el sector.
No es la primera vez y solo esperamos que sea la última, lo único que podemos es refrendar cada uno de los puntos expuestos en esta nota de prensa, escueta, directa y muy comprensible, para quien quiera comprender, aunque lamentablemente, no todos «quieren o pueden» comprender, que si este sector «para y sus trabajadores paran», la «sociedad se para paraliza».
Ante la situación de derribo en que se encuentra el sector español del transporte de mercancías por carretera, ATFRIE quiere dejar patente su profunda preocupación por tal situación.
Por ello quiere hacer especial mención a algunos de los asuntos que, según nuestro criterio, son los culpables de la situación que se vive:
1.- Falta de motivación absoluta en empresarios y trabajadores por el trato que diariamente se recibe por parte de las administraciones y de la sociedad a la que destina todo su esfuerzo de servicio, para el NULO resultado económico que obtiene.
2.- El modelo de servicio que desde hace años se ha dado a los clientes, lo ha llevado a convertirse en un servilismo insoportable en todos los sentidos:
2.1.- Imposibilidad de negociar cualquier empresa con sus clientes los servicios y sus correspondientes contraprestaciones, lo que ha llevado y lleva a trabajar a pérdidas continuas.
2.2.- Imposición de los clientes de cargas burocráticas derivadas de las relaciones de los mismos con sus propios clientes, que entendemos en modo alguno compete a la empresa de transporte realizar.
2.3.- Imposición por parte de los clientes de las operaciones de carga y descarga de los vehículos por los conductores, lo que lleva a tener en la carretera conductores inseguros por su cansancio, al tener que realizar esas tareas que son propias de personal especializado en las tareas de almacén. El problema es que el primero lo tiene gratis y el segundo le cuesta dinero.
2.4.- Imposición por los clientes del intercambio de palets, muchos de ellos con posible contaminación (y ello pese a las denuncias presentadas por ATFRIE, como las presentadas acompañada por el Comité Nacional de Transporte por Carretera, tanto ante las autoridades sanitarias españolas (AECOSAN) como ante las comunitarias (EFSA); pues se ha convertido para ellos en un auténtico negocio de millones de euros anuales. Eso sí, con cargo a la cuenta de los nulos resultados de los transportistas.
3.- La falta de un Ministerio de Transportes propio hace que el sector se vea abocado a la ruina que tiene sobre sus costillas, pues legislar para él sin conocerlo, ha llevado inexorablemente a la situación actual. Tanto es así lo que decimos que ninguno de los partidos políticos hacen la más mínima alusión al transporte de mercancías por carretera en sus programas electorales, y mucho menos a sus problemas y ruina latente.
4.- La continua a nuestro juicio vulneración de derechos fundamentales que se le aplican al sector serían para realizar un estudio en profundidad de ellos, no obstante y como muestra pasamos a exponer uno de ellos:
4.1.- El transporte por carretera es el único que, a diferencia de otros medios, dispone en todos sus vehículos de dos aparatos de control, uno como los demás que se llama caja negra y otro que no tienen los demás que se llama tacógrafo; este último es el que precisamente puede vulnerar derechos, particularmente por dos motivos: uno, que nadie más lo tiene que soportar; otro, porque es el que ordena la vida del conductor, marcándole cuándo y cómo tiene que parar a dormir, aunque no tenga sueño o hagan 45º grados a la sombra en pleno mes de Agosto en la campiña Cordobesa (por ejemplo).
Esta es sólo una muy pequeña parte de los muy acuciantes problemas que soporta a diario el transporte de mercancías por carretera, que recordemos tiene más de 150.000 empresas, más de un millón de trabajadores directos, y más de dos millones de trabajadores indirectos.
Y por si faltaba algo el ROTT, del que hablaremos muy próximamente.
No son pocos, como se han enumerado los problemas de sector del transporte por carretera de mercancías, solo habría que esperar que las instituciones involucradas en la gestión de estos problemas, tomes cartas en el asunto para atender las reclamaciones de los trabajadores de este sector y de las empresas involucradas.