Un chófer español fue detenido la noche del sábado en la ciudad francesa de Béziers por la Gerdarmería, que tuvo que utilizar la fuerza para reducirlo, después de haber disparado varias veces con un arma de fogueo contra un grupo de «chalecos amarillos» que le habían bloqueado el paso.

La emisora «France Bleu» contó hoy en su página internet que el conductor, de unos 60 años, hirió en la mano a uno de los manifestantes que participaban en la acción de los «chalecos amarillos» en la rotonda de Méridienne, quienes en respuesta le rompieron el cristal de la cabina.

Pese a todo, subió a su vehículo, forzó los obstáculos que le pusieron delante y se dio a la fuga. Los manifestantes llamaron a la Gerdarmería, que puso en marcha una persecución en la que se vio confrontada con la negativa a detenerse del camionero, que incluso sacó de la guantera una pistola eléctrica, siempre según «France Bleu».

Los agentes utilizaron entonces sus armas para reventar los neumáticos y ante la resistencia del hombre para salir de la cabina, recurrieron a las porras telescópicas para extraerlo y reducirlo. Quedó bajo custodia en comisaría después de pasar primero por el hospital para resistir asistencia.