Atónito asisto al impresentable espectáculo que está ofreciendo el sector del taxi, que parece se ha olvidado, al igual que nuestras administraciones, de que son un servicio público.
Asimismo se han olvidado de que lo que les permite trabajar es una licencia administrativa, no un patrimonio personal. En este país se confunde con demasiada frecuencia lo que es de uno con lo que es de todos. La licencia es pública, lo que quiere decir que ha de beneficiar a todos, no convertirse en el plan de pensiones de nadie en particular.
Otros, tan prestos casi siempre a actuar como azote de sectores empresariales, como es la CNMC, se olvidan de que algunos actos de los que estamos viendo no son más que actos de boicot, y por tanto, la CNMC debiera actuar de inmediato contra esos autodenominados “sindicatos” , aunque agrupen a empresarios como son los taxistas. Parece que no quieran saber que a unos y a otros, a los taxitas y a las VTCs, les importa tres leches la libre competencia porque unos y otros, ólo están interesados en lo que valen sus licencias, no en que servicio tienen que mejorar los primeros para equipararse en eso a los segundos.
Quienes parecen también estar de vacaciones son las fuerzas policiales. Sin su intervención transmiten a la ciudadanía la sensación de que todo vale, dependiendo de quién infrinja las leyes. No actuaron así siempre tampoco, me viene a la memoria la actuación que esas misma fuerzas tuvieron en la huelga del transporte por carretera del año 2008, donde utilizaron hasta tanquetas para arrastrar camiones de donde perturbaban el tráfico, y además sancionaron a los que habían bloqueado las vías de circulación.
Vamos a ver, no es posible que algo que se llama sindicato “elite” (cuyo nombre ya lo dice todo), este volcando su ira y su bilis en perjuicio de la economía y el buen nombre de España. En algún momento habrá que poner coto a aquellos privilegiados que a diferencia de los demás medios de transporte por carretera disponen de tarifas, y a lo que se ve también disponen de cotos privados de actuación, importándoles tres leches la libre competencia.
Por cierto, conozco a algún dueño de taxi, que también disfruta de licencias vtc.
En conclusión, que si se permite al taxi infringir la Ley de Defensa de la Competencia y demás leyes de convivencia, sin que ocurra nada, ¿porqué no podemos jugar todos con la misma baraja? ¿Porqué no jugamos todos con tarifas y limitando la competencia a golpe de BOE?
Sr. Ábalos o jugamos todos o rompemos la baraja