La conclusión de lo que está pasando en el sector es resumible en una sola frase: ASI NO ES POSIBLE.
Después de los autónomos que han caído ya, de cuantas pequeñas y medianas empresas han desaparecido, y no se reacciona, no puede ser más que algo irracional, la verdad.
Ahora parece que ya ha llegado el turno a las seudo grandes empresas, y nadie sigue sin hacer nada, y ello pese a que la caída de una de ellas como LLACER, no sólo lleva a la ruina su propia empresa, lleva a sus trabajadores, lleva a sus proveedores, y lleva a todos los que de una forma u otra han confiado o dependido de esa empresa.
Parece que hay idiotas que opinan que bueno, si una empresa cierra, otra abre, que aun siendo cierto no debiera de ser así, sé que es fácil hablar a toro pasado, pero lo de esta y lo de otras muchas se veía y se ve venir.
La falta de políticas adecuadas de inversiones que han propiciado crecimientos sin ton ni son, y la falta de una política comercial adecuada de servicio y precios justos a los servicios prestados, con resultados a beneficio y no a pérdidas, las cosas seguro no hubieran llegado hasta donde han llegado, particularmente porque no se habrían explorado vías que no llevan a ningún sitio.
La pregunta que ahora debe preocupar es, cuantas más empresas de esas seudo grandes están en peligro de seguir el mismo camino, y la respuesta por desgracia es que son muchas más de las deseables.
Llegar hasta esta situación es sólo culpa del sector que no ha sabido, no sabe y lo que es peor no quiere, imponer con la contundencia que ahora haya que tener, la justa retribución de sus servicios y el reconocimiento y respeto con el que le deben de tratar.
Ahora bien, lo cierto y verdad es que así no se puede seguir.