El precio medio del litro de gasolina y de gasóleo ha escalado a nuevos máximos esta semana tras encadenar su octava subida consecutiva, consolidándose por encima de la barrera de los 1,3 y 1,2 euros.
En concreto, el litro de gasóleo se ha situado esta semana en los 1,227 euros, tras encarecerse un 1,65%, marcando un nuevo máximo anual y unos niveles que no se veían desde diciembre de 2014, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).
Por su parte, el litro de gasolina ha repuntado esta semana un 1,53%, hasta tocar los 1,322 euros, un nuevo precio máximo desde julio de hace tres años.
De esta manera, los precios de los carburantes prosiguen en la espiral alcista en que entraron desde finales del pasado mes de marzo, agudizada en las últimas semanas por las tensiones geopolíticas que han llevado al petróleo a una escalada imparable, hasta situarlo por encima de los 80 dólares la pasada semana.
Desde mediados de marzo, cuando ambos carburantes se encontraban instalados en mínimos anuales, el precio de la gasolina y del gasóleo se ha encarecido casi un 9%.
El precio del barril de petróleo Brent, de referencia para Europa, cotizaba este jueves a 79,78 dólares, mientras que el barril de crudo Texas americano se intercambiaba a 71,53 dólares.
Así, a los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasolina supera los 72,71 euros, lo que supone unos 5,6 euros más con respecto a finales de marzo.
Para el caso del gasóleo, el llenado de un depósito de 55 litros supone para el consumidor supone 67,48 euros, también unos 5,4 euros más con respecto a mediados de marzo.
La gasolina más barata en España que en Europa
La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,460 euros y 1,505 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,356 euros en la media de la UE y 1,357 euros en la eurozona.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.