La escasez de conductores profesionales de camión en Europa es más que evidente. Y no sólo eso, el grado de envejecimiento de los chóferes en activo va en aumento. La edad media de los transportistas profesionales es de 47 años y un tercio de los conductores que trabajan en la actualidad tienen más de 55 años, por lo que se jubilarán en un periodo máximo de 10 años. Si a estos datos sumamos que sólo el 5% de los conductores de camión tienen menos de 25 años, el caldo de cultivo es preocupante.
Tanto es así que el 50% de las empresas de transporte de mercancías por carretera europeas que han participado en la encuesta que IRU hizo al respecto de la escasez de chóferes aseguran que han tenido algún tipo de problema para desarrollar su actividad por esta falta acuciante de conductores profesionales. Además, esta falta de mano de obra también ha sido causa y parte de una caída de la productividad para casi la mitad de las empresas y de los ingresos para cuatro de cada diez compañías.
Aunque en Europa el salario bruto de un conductor profesional de camión es de media un 55% superior al salario mínimo nacional, con casos como el de Países Bajos donde el salario medio es un 233% superior, esta circunstancia -derivada de la demanda- no está haciendo de efecto reclamo. En este sentido, Noruega y Reino Unido son dos de las naciones con una escasez de conductores profesionales de camión más acuciante, incluso si las compañías de estos países ofrecen bonificaciones por desempeño y altos salarios.
De hecho, las empresas están llevando a cabo todo tipo de medidas en toda Europa para lograr hacerse con el talento presente. En este sentido, el 44% de las compañías reconocen comprar camiones nuevos para mejorar la comodidad de los conductores, el 35% asume los gastos de acceso a la profesión y el 25% ofrece formación avanzada. Con todo, hay aspectos a mejorar como la presencia de la mujer en el sector -sólo del 4%- o la eliminación de ciertas trabas para el acceso de nuevo talento a la profesión.