La escasez de conductores profesionales en España es una realidad tangible para el sector del transporte de mercancías y viajeros por carretera, si bien no siempre es fácil aportar cifras exactas. Con todo, se estima que se necesitan hasta 20.000 conductores profesionales de camión para cubrir las ofertas del sector, cifra a la que hay que sumar los 2.300 puestos de chófer de autobús que se quedan sin cubrir en toda la geografía española. Cifra que prometen ir a peor en los próximos años.

La falta de atractivo de la profesión está provocando que no haya un relevo generacional en tiempo y forma. Mientras el gremio de conductores profesionales de camión envejece y un alto porcentaje del mismo supera los 50 años de edad, el acceso a la profesión no se produce en los términos deseados. Las condiciones salariales y laborales de la actividad, la compleja conciliación familiar y los problemas de acceso -y el precio- de acceso al sector están entre los agravantes de esta situación.

Por este motivo, FENADISMER ha puesto en marcha en estrecha colaboración con el Ministerio de Trabajo un plan de formación gratuito para capacitar a nuevos conductores profesionales entre la población activa que se encuentra en situación de desempleo o que está enfocado a sectores que por exceso de mano de obra tienen una difícil empleabilidad. La Federación pone así su granito de arena para intentar paliar esta escasez de conductores profesionales que venimos describiendo y que como decimos será mucho peor en los próximos años.

Aunque siempre se hace referencia al transporte de mercancías por carretera, por su mayor volumen de conductores y, a la vez, la mayor escasez de los mismos, el transporte de viajeros también vive una situación compleja. La mayoría de los conductores de autobús se encuentran entre los 45 y 55 años de edad, si bien en este sector sí que se está dando la incorporación de nuevos profesionales a un ritmo como mínimo decente. Cada vez son más los jóvenes y mujeres presentes en el sector, hasta el punto que el 19% de los conductores profesionales de autobús son mujeres, mientras que en el transporte de mercancías apenas alcanza el 3%.