Con el cambio de gobierno en España se esperaba una mejora en las relaciones y toma de decisiones para el sector del transporte de mercancías por carretera, pero más de 100 días después, el sector esta igual o peor que antes, que ya es decir.
El amplio y sabio refranero español dice que «cuando la barbas de tu vecino veas cortar, por las tuyas a remojar» y parece que los responsables de los ministerios o no lo conocen o no lo quieren conocer. La huelga del sector del transporte por carretera en Brasil, casi produce una revolución, atajada convenientemente a tiempo. La huelga del transporte por carretera y en general en Portugal, paralizó nuestro país vecino, casi por completo.
Dos ejemplos que en los últimos meses han mostrado la fuerza que tiene el sector del transporte por carretera y que parece que a algunos responsables de los ministerios se les pasa por alto.
Razones para que el otoño se plantee caliente hay muchas y desde varias asociaciones de transportistas ya han «enviado los primeros mensajes» para que se empiecen a tomar decisiones y se planteen reuniones para abordar los problemas del sector. Como muestra, algunos síntomas.
El Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT) «debería» entrar en vigor el 1 de enero del próximo año, y utilizo el condicional, porque como decía aquel «ni está, ni se le espera»
La liberación de las autopistas en los próximos años, que tanto se celebró en su momento, se ha visto compensada con el desvío obligatorio de los camiones a la AP7 y AP2, con subvenciones, pero con obligatoriedad y sanciones para aquellos incautos que no lo cumplan.
Pero se les olvida la mejora y adecuación de las de las áreas de servicio y un aumento significativo de las mismas, porque aquí hablamos de inversión, aunque se les debe de olvidar que estamos hablando de un sector estratégico en nuestro país.
Que hayan desaparecido 737 empresas de transporte menos en tan solo 1 año, parece que a nadie le importa, bueno si, a los trabajadores de estas empresas, que han perdido su puesto de trabajo.
Que la morosidad en el sector del transporte por carretera supere los 8o días de media y que se incumpla la normativa establecida, tampoco parece que le importe mucho a los responsables del ministerio competente, aunque a buen seguro, los gestores de las empresas de transporte, piensen lo contrario.
La DGT plantea más radares y reducir los límites de velocidad para reducir los accidentes, pero en el momento en que hablamos de formación y concientización, nos echamos las manos a la cabeza.
El precio de gasóleo tocó máximos en agosto y la subida del diésel y los gravámenes que sufrirá el combustible parece, solo parece, que no se aplicará al transporte profesional y quedarán exentos, aunque como decía aquel «hasta que no lo vea, no lo crea«.
Y así como decía Buzz Lightyear «hasta el infinito y más allá» es la paciencia que está teniendo el sector del transporte de mercancías por carretera. Más de 100 días de espera, aunque no se sabe hasta cuando porque podemos tener un «otoño caliente«. Razones hay de sobra y a los hechos me remito.