A partir del 1 de julio, los 400.000 kilómetros de carreteras secundarias en Francia se limitarán de 90 a 80 km/h. El decreto de aplicación que reduce la velocidad en estas carreteras secundarias de 90 a 80 km/h se publicó en el Diario Oficial el pasado sábado por la noche hasta el domingo.
La limitación se aplicará en carreteras de dos vías que no tengan un separador central, como una pared baja. Esto afecta al 40% de la red de carreteras francesa. El objetivo de la medida es reducir el número de muertes en las carreteras.
En 2017, se produjeron 3.684 muertes en carretera, un 1,4% menos que el año anterior. Esto está ligeramente por encima del mínimo histórico de 2013 (3.427 muertes). La cifra fue de un 13,5% menos de muertes en marzo.
Pese a ello, el gobierno francés sigue trabajando para bajar el número de victimas mortales por accidente de tráfico y espera con esta medida que se reduzca de manera paulatina esta alarmante cifra.
Para ello, ha puesto en marcha una amplia operación de información pública para avisar a todos los conductores franceses y extranjeros de la entrada en vigor de esta nueva medida a partir del 1 de julio.
Además, se va a reforzar el control policial sobre este tipo de carreteras secundarias con una mayor cantidad de radares para detectar los excesos de velocidad por parte de los conductores. Una medida que en Francia ha provocado el rechazo y que ha provocado movilizaciones, pero pese a ello, el gobierno francés ha continuado con su implantación y el próximo 1 de julio entrará en vigor.